La palabra «mística» evoca imágenes de un hombre o una mujer místicos con una túnica blanca que presiden una audiencia de testigos encantados con apretones de manos secretos y encantamientos susurrados. Por desgracia, no es así. Una estafa mística no es más que un plan de marketing convincente que pretende aprovecharse de su credulidad para venderle algo. Aunque algunas estafas son inofensivas (un buen ejemplo es el espiritismo). Otras estafas -como la llamada «estafa mística«- están especialmente bien elaboradas y le dejarán sintiéndose violado mucho después de que haya vencido la última factura. Por desgracia, no hay forma de saber si le están estafando hasta que le ocurre a usted. Para evitar caer en estafas místicas, tenga en cuenta los siguientes consejos:
No caigas en los trucos de las redes sociales
Hay una serie de trucos comunes en las redes sociales que los estafadores utilizan para timar a los seguidores ingenuos. Muchos de estos trucos se basan en el trillado truco de la «pecera», que se utiliza para mostrarte la verdad sobre la persona que está detrás de la máscara. La estafa comienza contactando con la persona con la que crees que te estás comunicando a través de las redes sociales y utilizando la identidad de esa persona para engañarte y que envíes dinero. A continuación, el estafador utiliza el dinero que le envías para financiar sus propias actividades o para comprar cosas que quiere. Un buen ejemplo de ello es la estafa del falso «influencer de Instagram». Te dicen que tienes que comprar «likes» o «followings» para varias imágenes que publicas para publicitar tus productos. Después, el estafador utiliza esos «likes» o «follows» falsos para promocionar su producto o a sí mismo. Desconfía de cualquiera que intente darte «me gusta» o «seguir» tu contenido. En su lugar, comprueba la fuente y ve si puedes encontrar las publicaciones e imágenes por ti mismo.
Conoce la diferencia entre una estafa y una oferta legítima
Cuando piensas en comprar algo, siempre tienes una opción: legítima o no. Una oferta auténtica -en la que el vendedor no pide dinero por adelantado- suele tener un precio, ya sea por el artículo o por los servicios que se prestan, y la oferta se denomina «sobre la mesa». Una estafa, en cambio, es un fraude bien ejecutado en el que el vendedor no tiene que hacer un movimiento inmediato y en el que no se sabe si el producto es auténtico o no. Algunos podrían llamarlo «robo». Tanto las ofertas legítimas como las estafas suelen ir acompañadas de trucos para hacerte sentir que estás tomando una decisión acertada. Sin embargo, la diferencia es que una estafa se llevaría realmente su dinero. No todas las ofertas de estafa van en contra del sentido común, así que esté atento.
No envíe dinero esperando recibir algo a cambio
Una vez que te han estafado, es importante no bajar la guardia, sobre todo si crees que se han aprovechado de ti. Mantener la guardia alta -incluso cuando no te abordan- te ayudará a evitar que los estafadores o los timadores se acerquen a ti en primer lugar. Cuando eres un cliente real, esperas que te traten con respeto. Cuando tratas con un cliente potencial, no deberías tener que preocuparte de que intenten venderte cosas o hacer un mal uso de tu información. No es el caso cuando se trata de un estafador. Nunca deberías tener que pagar nada para que te dejen en paz. Incluso si crees que te han estafado, debes llamar a las autoridades y presentar una denuncia. Eso permitirá a las fuerzas del orden seguir y eventualmente detener al verdadero estafador o estafadores, haciéndoles responsables de sus actos.
Compruebe el historial de la empresa
Preguntar a una empresa por su historial comprobando las reseñas de sus clientes o las quejas contra la empresa es una buena manera de ver si es una empresa legítima, o no. Hay numerosos casos en los que una empresa cambia de nombre, de propietario o de prácticas comerciales, y esos cambios pasan desapercibidos mientras la empresa es rentable. Del mismo modo, la comprobación de las antiguas reclamaciones de una empresa le mostrará si han tenido éxito a la hora de conseguir que sus clientes se quejen de ella. Si una empresa tiene un largo historial de quejas y malas críticas, probablemente sea una señal de que la empresa es fraudulenta. Sin embargo, una empresa fraudulenta siempre puede encontrar clientes, por lo que es importante investigar el pasado de la empresa para determinar si es legítima o no.
Esté alerta y haga preguntas
Muchos estafadores operan sobre la base de que la gente tiene demasiado miedo de hacer preguntas. Esto no es cierto. Todo el mundo tiene derecho a hacer preguntas y a recibir respuestas en el momento oportuno. Si cree que le han estafado, póngase en contacto con las autoridades y presente una denuncia. Además, si crees que alguien te está mintiendo, puedes denunciarlo. Si no estás seguro de si alguien es un negocio legítimo o no, pídele que te venda algo. Si dicen que no pueden hacerlo porque no ganan dinero con ello, pídeles que te vendan algo que les cueste dinero. Si también mienten sobre eso, es una señal de que es un estafador.
Conclusión
La palabra «místico» evoca imágenes de un hombre o mujer místicos con una túnica blanca que preside una audiencia de testigos encantados con apretones de manos secretos y conjuros susurados. Por desgracia, no es así. Una estafa mística no es más que un plan de marketing convincente que pretende aprovecharse de su credulidad para venderle algo. Aunque algunas estafas son inofensivas (un buen ejemplo es el espiritismo). Otras estafas -como la llamada «estafa mística»- están especialmente bien elaboradas y le dejarán sintiéndose violado mucho tiempo después de que haya vencido la última factura. Por desgracia, no hay forma de saber si te están estafando hasta que te ocurre. Para evitar caer en las estafas místicas, tenga en cuenta los siguientes consejos: