Todos sabemos que una boca sana es imprescindible para una buena salud bucodental, ¿verdad? Pues sí y no. De hecho, el estado de tus dientes y encías afecta directamente a tu salud general, ya que afecta a tu sistema inmunitario, a la función nerviosa e incluso a tu estado de ánimo. Si quieres mejorar tu salud bucodental y reducir los riesgos de sufrir enfermedades de las encías, caries y otros problemas de salud bucodental, deberías tener en cuenta varios consejos, como utilizar un limpiador lingual. Este artículo repasará desde las medidas de cuidado en casa para mantener nuestra boca sana hasta las medidas preventivas que podemos tomar como medida de prevención en caso de que ya estemos en riesgo de padecer ciertas afecciones bucales. ¡Empecemos!
Lávate la boca regularmente
La mayoría de la gente no se toma la molestia de lavarse la boca después de comer. Esto hace que las bacterias y otros organismos nocivos crezcan en la boca, lo que a la larga puede provocar enfermedades como la enfermedad periodontal y la gingivitis. Lavarse la boca regularmente con un enjuague bucal puede evitar que las bacterias y otros organismos nocivos crezcan en la boca. Puedes optar por un enjuague bucal especial que tenga ingredientes que ayuden a tratar diversas afecciones, como mantener a raya la enfermedad de las encías.
Cepíllate y usa el hilo dental a diario
Los huesos y los dientes están en contacto con bacterias todo el tiempo, por lo que es importante mantener esas zonas limpias. Cepillarse los dientes y usar el hilo dental al menos dos veces al día ayudará a mantener a raya las bacterias orales, previniendo las enfermedades de las encías y otros problemas de salud oral. Cepillarse los dientes y usar el hilo dental mientras lo haces te ayudará a prevenir algunos problemas importantes como la gingivitis, la enfermedad periodontal e incluso algunos tipos de cáncer.
Mantener un peso saludable
El sobrepeso o la falta de peso pueden dificultar la absorción de ciertas vitaminas y minerales de la dieta. Esto puede provocar graves problemas de salud, como un sistema inmunitario deteriorado, presión arterial alta, huesos poco firmes e incluso enfermedades en las uñas de las manos y los pies. Un peso corporal saludable es importante para tu salud, pero ser demasiado pequeño o demasiado grande puede afectar a la salud de tu boca. Si tienes un peso inferior al normal, tu cuerpo no está recibiendo suficiente combustible para funcionar correctamente y es probable que almacene energía en consecuencia.
No bebas en exceso
Beber demasiado no es bueno para tus dientes ni para tu cuerpo. Puede afectar a tu estado de ánimo, drenar tu energía y hacerte pagar impuestos. Y lo que es más importante, beber en exceso es malo para los dientes. Beber cantidades socialmente aceptables de alcohol es legal en la mayor parte del mundo, pero sigue siendo una violación de los principios básicos del cuidado de los dientes y las encías. El consumo excesivo de alcohol puede causar una serie de problemas, como una submordida (disminución del aspecto de los dientes superiores), gingivitis (disminución del aspecto de los dientes), pérdida de hueso e incluso alcoholismo.
Abandonar el azúcar
El azúcar es un producto natural que se encuentra en muchos alimentos como la miel, el jarabe, el agave y muchas otras plantas. El problema del azúcar es que es muy adictivo. Cuando nos apetece un sabor dulce, nuestro cerebro libera una hormona llamada dopamina que le dice a nuestro cuerpo que nos «recompense» produciendo más de esa misma sustancia química. Por desgracia, esta «recompensa» sigue ocurriendo incluso cuando no tenemos necesariamente hambre. Con el tiempo, esto puede provocar efectos secundarios no deseados como la diabetes, el aumento de la presión arterial y un deseo de comer dulces que no puede satisfacerse con una alimentación sana.
Mantener la motivación
Es importante mantener la motivación cuando se quiere mejorar la salud bucodental. Esto es así tanto si quieres blanquearte los dientes como si quieres aprender a cepillarte y usar el hilo dental a diario. Hay muchas maneras de hacerlo. Puedes intentar tomar algún tipo de medicación antidepresiva que te ayude con el estrés y la ansiedad que conlleva el proceso o hablar con un profesional de la salud cualificado sobre cómo te sientes.
La clave es la constancia
Cuando empieces a poner en práctica estos consejos en tu dieta y estilo de vida, empezarás a notar la diferencia. Es posible que no puedas prevenir todas las enfermedades relacionadas con una mala salud bucodental, pero sin duda puedes reducir el riesgo. No tenemos un cuerpo «perfecto» y los dientes de cada persona son diferentes. El esmalte dental de cada persona es diferente y responderá a diferentes tratamientos y métodos de limpieza. Todos podemos hacer lo posible por mantener un peso corporal saludable, comer comidas sanas y cuidar nuestros dientes y encías. Las consecuencias pueden ser duras cuando no te cuidas a ti mismo y a tus dientes.
Conclusión
Ahora que has aprendido algunos consejos para mantener tu boca sana, ¡es hora de empezar a practicarlos en casa! Si corres el riesgo de padecer ciertas afecciones, como la hipertensión, una dieta poco saludable puede conducir a una boca poco sana. Si sigues estos consejos, podrás mantenerte fuerte contra estas afecciones. Recuerda que no sólo tu boca necesita salud: ¡tus dientes y encías son igual de importantes!